Al objeto de reconocer el trabajo de mujeres de mi entorno que hayan sumado en esto de la “puesta en órbita” de la mujer en la sociedad, hoy voy a hablar de Paula Bonet. 

La razón de escoger a esta mujer entre otras muchas del panorama actual, es por varias razones. Paula Bonet es una gran comunicadora desde el registro visual, a mí me atrae mucho su capacidad de transmitir y comunicar a través de formas, colores… Es valenciana, de la “terreta”, nacida en 1980 por lo que también coetánea, y finalmente, al menos esta es mi opinión, hay varios hitos en nuestras historias que nos han dejado huella y han marcado nuestra forma de entendernos y de entender nuestro entorno: por un lado el aborto (y en particular el aborto espontáneo) y por otro, la relación con hombres que nos harán sentir la desigualdad y la crueldad de un sistema orquestado desde la perspectiva privilegiada masculina.

Paula Bonet es una mujer joven y llena de aristas artísticas. Es licenciada en Bellas Artes y centra su trabajo, entre otros, en la pintura al óleo, el grabado, la ilustración, pero también la escritura. Se ha alimentado en su formación desde diferentes partes del mundo (Valencia, Chile, Nueva York, Urbino) A pesar de que llevaba trabajando desde principios del 2000, salta a la popularidad especialmente a partir de una ilustración en un Festival de Cine, allá por el 2013.

Cartel del VI Festival internacional de mediometrajes (La Cabina) by Paula Bonet.

 

A partir de este momento comienza su andadura combinando la escritura propia y las imágenes creado y publicando libros como “Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End” (2014), “813 Truffaut” (2015), “La Sed” (2016), “Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión” (2018) o su última publicación, “La anguila” (2021)

Bajo mi perspectiva, Paula Bonet ha sufrido una transformación y evolución marcada por cuestiones que nos identifican y estigmatizan a las mujeres por el simple hecho de serlo. Desde sus comienzos hasta la actualidad mi percepción de su trabajo ha cambiado significativamente, ha pasado de una etapa más llena de inocencia, a una fase oscura y de duelo, para llegar en la actualidad a otra mucho más madura y reforzada, más asertiva y feminista, intolerante con las desigualdades e injusticias con las que vivimos las mujeres. Su papel como feminista me resulta destacable especialmente por la crudeza con la que se expresa. Crudeza, por otra parte, necesaria para captar la atención de la persona receptora de sus mensajes y como mecanismo de destape de una realidad muda e impregnada de un halo de culpabilidad y vergüenza, transparente, que muestra cómo vive y cómo se siente. Su faceta como colaboradora en diferentes medios de prensa escrita, su trabajo visual, etc. nos muestra, en estos últimos años, una narración y denuncia sin filtros, sin pudor, sin contención, que, tal y como ella comenta en varias entrevistas, crea para entenderse a ella misma. Pero, sus creaciones a su vez, nos sirven de ayuda para entendernos cada una de nosotras.

Paula Bonet, expone y airea dos temas que nos afectan a las mujeres:

  • -     los abusos por parte de los hombres disfrazados de maneras camaleónicas en nuestras vidas, y la conciencia de haberlos vivido (aspecto, por otro lado, que muchas mujeres no logramos vislumbrar de forma clara por nuestra estructura de pensamiento condicionado por una educación y desarrollo vital en un sistema machista)
  • -       el aborto espontáneo

Ambas temáticas han sido y siguen siendo tabúes en nuestra sociedad y en nuestra historia.

 


A pesar de que su relato ha sido tildado como provocador, generador de irritación o repulsión, pone de manifiesto una realidad que, el simple hecho de estar escondida y ocultada a la vista de la sociedad, alimentaba cierta putrefacción en cada una de las mujeres que las habíamos experimentado. Esta sería su aportación en mi historia, la de reconocernos en las experiencias, saber que es esencial analizarnos desde una perspectiva de respeto a nosotras mismas, saber que no estamos solas y que nosotras somos suficientes y capaces de desprendernos de todas las limitaciones sociales aprendidas e impuestas durante nuestros años de vida, con intención y conciencia, con la posibilidad de reconstruirnos desde una posición igualitaria.

 

Frases impactantes como estas son suyas:

“Nos han hecho creer que somos responsables hasta de las babas de nuestro agresor”

“El nombre de un violador no importa en un país lleno de violadores”

"Estoy cansada de que lo universal sea lo masculino”

“Los hombres pueden intentar ponerse en nuestro lugar, pero no saben qué es gestar un niño o parir uno muerto”

“Parece que las mujeres tenemos que vivir habitando las tinieblas”

"Muchos hombres se comportan como el violador de mi novela sin ser conscientes de que son violadores"

 

 

Fuentes consultadas:

Otros:

Comentaris

Entrades populars